Los puentes de Madrid Río sirven para unir dos partes de la ciudad que siempre han estado inevitablemente separadas por el río Manzanares: la ribera interior, donde residían poblaciones con mejores condiciones socioeconómicas y la ribera exterior, considerado extra-radio de la ciudad durante siglos.
Con la revolución industrial en España, pero especialmente con la construcción del Parque Madrid Río en el siglo XXI, lo que antes era un foco de diferenciación socioeconómica hoy es un entorno de diversidad biológica y un lugar de esparcimiento abierto a todas las personas.



















